Que nos enseña el Rebe Najmán en la sección de la semana denominada "VAERÁ, las siguientes reflexiones que debemos tomar en cuenta para crecer cada día mas en el servicio a Dios y así poder aplicarlo a nuestras vidas:
Shemot - Éxodo 6:3 dice: "Yo aparecí a Abraham, a Itzjak y a Iaacov, como El Shadai, pero no les revelé Mi Nombre IHVH".
El Rebe Najmán se enfoca en lo siguiente:
- Yo aparecí a Abraham, a Itzjak y a Iaacov... pero no les revelé Mi Nombre IHVH
El intercambio entre Dios y Moisés sobre la redención de los judíos estaba enraizado en la percepción de la verdad que tenía Moisés.
Aunque Dios lo envió a redimir a los judíos (ver Éxodo 4), Moisés era renuente a ello, creyendo que la percepción de la verdad de cada persona era un obstáculo demasiado grande para superar.
Dios le reprochó, "Yo aparecí a Abraham, a Itzjak y a Iaacov". Los Patriarcas fueron los primeros en revelar la Divinidad en el mundo, pero esa revelación no se llevó a cabo toda al mismo tiempo.
La revelación de la verdad es un proceso continuo que puede tomar muchas generaciones. Sin embargo, se requiere de cada persona que contribuya con su parte.
Es decir, lo Patriarcas no estaban al tanto de los tremendos niveles de verdad de Dios, pero aun así no Lo cuestionaron. Pero tú, Moisés, has alcanzado una revelación mucho más elevada y profunda de Dios, ¿y tú Me cuestionas?
No importa cuán grande sea la revelación que alcance la persona, Dios y Su verdad siempre se mantendrán insoldables. Dios le enseñó a Moisés a buscar constantemente la verdad interna de todo lo que suceda a su alrededor ya no desesperar si las cosas se ponían más difíciles (Likutey Halajot IV, p. 408-205a-410- 206a).
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