BO
Que nos enseña el Rebe Najmán en la segunda porción de la sección de la semana denominada "BO", las siguientes reflexiones que debemos tomar en cuenta para aplicarlo a nuestras vidas:
Shemot - Éxodo 10:21 dice: "Y dijo Dios a Moshé: Extiende tu mano hacia el cielo y habrá oscuridad sobre la tierra de Egipto y la oscuridad será palpable".
La oscuridad se volvió materia, algo tangible (Rashi).
Aquel que aprecia la naturaleza espiritual de la Torá puede retenerla en su mente y en su corazón. Si la trata como algo corpóreo, no podrá realmente retenerla, pues ahora al igual que cualquier objeto material ocupa un espacio. Dado que ocupa un lugar en su mente, que solo puede retener una cantidad finita de materialidad, inevitablemente algo de ella se perderá (ver Likutey Moharán I, 110).
Si la persona respeta a la Torá como un instrumento de espiritualidad, sus palabras iluminarán su boca con Divinidad. Sin embargo, si cree que la Torá es un conjunto corpóreo de conocimiento ésta se le volverá densa y oscura y no la llevará hacia Dios (Likutey Moharán I, 11:2).
Hay un cuerpo y hay un alma. Hay materia y hay forma. Hay oscuridad y hay luz. Hay muerte y hay vida. Los primeros elementos de cada par corresponden a un solo y mismo concepto, al igual que los segundos (Likutey Moharán I, 37:2). Aquellos que buscan lo material (cuerpo) corren en verdad detrás de la materia y de la oscuridad. Aquellos que buscan la espiritualidad merecen la forma y la luz.
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