PARASHAT VAIAKEL

Que nos enseña el Rebe Najmán en la quinta porción de la sección de la semana denominada "VAIAKEL", las siguientes reflexiones que debemos tomar en cuenta para crecer cada día mas en el servicio a Dios y así aplicarlo a nuestras vidas:

Shemot - Éxodo 35:1 dice: "Moisés convocó a toda la congregación de los Hijos de Israel y les dijo: "Éstas son las palabras que Dios les ha mandado hacer".

El Rebe Najmán explica:

Moisés convocó al pueblo al día siguiente de Iom Kipur (Rashí).

En Iom Kipur, Moisés había obtenido el perdón de los pecados de los Hijos de Israel. Lo obtuvo orando para que Dios los perdonase en aras de Su Nombre, que incluye nuestro nombre. El perdón de los pecados hace que el Nombre de Dios sea glorificado y revelado (Likutey Moharán II, 66:3).

El primer mandamiento que Moisés les dio a los Hijos de Israel después de Iom Kipur fue construir el Tabernáculo, con la advertencia de que no debían hacer ningún trabajo para el Tabernáculo durante el Shabat. Así, la observancia del Shabat toma precedencia ante la construcción del Tabernáculo (ibid).

La esencia de la construcción del Tabernáculo se encuentra en la unidad, cuando el Tzadik reúne a todos (Likutey Halajot I, p. 502). Con cada alma que agrega y que aumenta la congregación de los Hijos de Israel, la Casa de Plegaria se multiplica y se expande (Likutey Moharán II, 8:6).

"Estas son las palabras", esto hace referencia a loas Treinta y Nueve Clases de tareas (Shabat 97b). Pues el principal objetivo de las tareas de la persona es traerle espiritualidad a la vida física (Likutey Halajot VIII, p. 81b).

Aquel que lleva a cabo su tarea o sus negocios de manera honesta es considerado como si construyese el Tabernáculo (Likutey Halajot I, p. 392-197a).

Comportarse de la manera apropiada incluye creer que es Dios Quien provee, que uno debe ser escrupulosamente honesto y que todas las facetas de los negocios u ocupaciones tienen por objetivo dar algo para caridad en aras de Dios. Al comportarse de acuerdo a estos principios, hasta la persona más simple, que no sabe nada sobre las rectificaciones que produce, merecerá construir su propio Tabernáculo (Likutey Halajot I, p.251a).